Avances en la investigación de los últimos años han permitido cambiar algunos conceptos del modelo de enfermedad periodontal. Es así como a mediados de los años sesenta prevalecía el modelo que consideraba a todos los individuos susceptibles a presentar periodontitis severa, que toda gingivitis progresa a periodontitis y que la susceptibilidad a periodontitis aumentaba con la edad; conceptos que actualmente no son considerados correctos y se puede evitar su evolución a formas más severas, pudiendo incluso reponer también los tejidos sostén del periodonto.
Si la bolsa periodontal que se ha formado es inaccesible o no se ha curado tras realizar un raspado y alisado, es posible que sea necesario realizar una cirugía periodontal para poder acceder a la zona y limpiarla.
La cirugía periodontal consiste en levantar la encía para limpiar y desinfectar la zona afectada y posteriormente volver a colocarla en su sitio, aplicando unos puntos de sutura para que cure correctamente.
En ocasiones, debemos reponer los tejidos perdidos por el paciente, bien en la misma cirugía o en otra cirugía posterior.
También, esta patología puede afectar a los implantes (periimplantitis), teniendo que realizar lo anteriormente explicado.